miércoles, septiembre 20

Pequeños permisos cotidianos

Desde el lunes que estoy en mi trabajo "papando moscas", como dirían mis maestras de la primaria. Encima hoy se descompuso la madre de mi co-equiper (en adelante C.E.M.O. "co equiper mala onda"), y por suerte no tengo testigos cercanos de mi vagabundeo por internete. Me ca... de risa (queda feo escribirlo, no es que me haga la remilgada), con el blog de podeti http://weblogs.clarin.com/podeti/ , al que accedí a traves de la vidaconsubtítulos.
Vino un tipo a trerme un papel para que se lo pase por fax, y yo me reía sola, le aclaré que era por algo que estaba leyendo, y menos mal que lo hice porque pensó que me reía de él.
Es una terapia, la risa, ya me cambió el día. Y eso que:::: me duele un diente, que mi dentista esta de viaje, y que ya me tomé unos 20 tafirol (que es lo único que me permito tomar), Germán está en Buenos Aires, Santino tiene una niñera de 18 años que cree que el plural de lápiz es lápiz ("los lápiz"), las hijas de Germán me critican porque le doy la teta a Santino y porque no quiero bautizarlo. He dicho.
"Otros hombres poseen la noción de lo que tienen- dijo-; yo solo tengo noción de lo que me falta. Me falta dinero, me faltan fuerzas, me falta talento y me falta amor. Siempre en déficit: me quedaré siempre fuera"
André Gide, "Los monederos falsos"